La Almoraima de Castellar

La Almoraima es uno de los núcleos de Castellar de la frontera, que junto al Pueblo Viejo y al Pueblo Nuevo, es parte esencial de este encantador municipio campo gibraltareño de la sierra gaditana.

El Convento de San Miguel, se construyo el año 1.603, por  la Condesa de Castellar Beatriz Ramírez de Mendoza para hospedar a los frailes de la Orden de la Merced.Los Mercedarios Descalzos vivieron en el convento hasta el siglo XIX, poco después el Duque de Medinaceli, convirtió esta propiedad en una hacienda de recreo y caza. En 1.972 se vendió la propiedad y a los pocos años la hacienda pasa a ser posesión del gobierno. Del Convento destaca su claustro, la torre Almoraima (anexa al convento) y la iglesia, conserva diversas obras de estilo barroco y neogótico.

La Torre de la Almoraima de estilo neogótico, tiene base cuadrada y los muros son 1,5 metro de espesor a nivel del suelo, esta torre de la época musulmana, que se erigió sobre una colina alcanzando la altura de 14 metros. El exterior sigue siendo el mismo, aunque ahora está cubierto bajo una capa de cemento y cal. Se utilizaba como torre fuerte y como elemento de transmisión de noticias, sobre todo de la existencia de peligros. La torre almenara o de señales,  fue construida por los musulmanes sobre una colina situada a unos 200 metros de la estación de ferrocarril de la Almoraima. Se utilizaba como torre fuerte, en caso de invasión, y como elemento de transmisión de noticias. Por medio de una fogata o almenara encendida en su terrado se avisaba a otras torres o castillos de los alrededores de la existencia de un peligro.

El Convento hoy en día es un parador que ofrece a los turistas y visitantes un paisaje de bosques exuberantes, caza mayor y el estar alojados en las habitaciones que un día fueron residencia de los Condes de Castellar.

El restaurante se halla en la Finca La Almoraima, antiguo convento, y pertenece al hotel del mismo nombre. Donde puedes degustar la cocina regional, cuya base principal es la carne de caza. El plato típico, depende de la estación, en invierno: Cocido de Tagarninas, Lomo de Venado a la Almoraima y Peras al Vino Tinto; y en verano: Salmorejo Cordobés, Jabalí en salsa de Castañas y Tarta de Queso.

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